En 1971, cuando Michael Hart era estudiante en la Universidad de Illinois, decidió utilizar el Internet para crear una biblioteca digital de libros electrónicos gratuitos. Así es que nació el Proyecto Gutenberg, la primera biblioteca digital del mundo.
El objetivo de Hart era claro: derribar las barreras que limitaban el acceso a la información y el conocimiento. Bajo el lema «Cortemos los obstáculos de la ignorancia y el analfabetismo», comenzó a compartir libros de forma gratuita en línea. Las primeras obras en formar parte de esta biblioteca incluyeron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, la Biblia y cuentos clásicos como «Alicia en el País de las Maravillas».
Al principio, Hart y su equipo escribían las obras palabra por palabra, pero con el tiempo, la tecnología avanzó y permitió cargar libros de manera más eficiente. Además, el proyecto se expandió para incluir libros en diferentes idiomas y formatos. En 2015, ya ofrecía una biblioteca de más de 50,000 libros.
El Proyecto Gutenberg no es solo una biblioteca digital, es una herramienta que facilita el acceso a la información y al conocimiento. Antes, solo podíamos acceder a libros en bibliotecas o librerías físicas, pero ahora, cualquiera con acceso a Internet puede explorar una amplia colección de libros totalmente gratis. Además, al digitalizar y compartir obras que podrían perderse, contribuye a conservar la herencia cultural.